Dadas las fechas en las que estamos, me apetece compartir con vosotros una reflexión sobre la relación con la familia en estos días de fiestas. Cierto es que cada persona celebra (o incluso no celebra) las fiestas a su manera y, también es cierto que, la gran mayoría lo hacemos en familia. Estas reuniones pueden generar algunas tensiones sobre las que, ya de antemano, bromeamos. El otro día veía anunciada una película cuyo título traducido al castellano es “¿Las navidades bien o en familia?” Así de generalizada está la idea o tópico de que las fiestas en familia son difíciles.
Este año venía pensando en la importancia que tiene para mí la familia. Si estuviese hablando de centros energéticos (chacras) correspondería al primero que simboliza la base, la pertenencia, la tribu, de donde venimos y aquello que nos da tierra para poder volar hacia donde queramos. Es decir, supone el sostén para que podamos hacer con confianza y seguridad aquello que decidamos. Me parece muy bonito y creo que es importante que, de una u otra forma, podamos honrar y valorar a la familia.
Una de las maneras más sencillas de poder valorar algo, según mi experiencia, es el agradecimiento. Cuando enfocas cualquier cosa o situación desde la óptica del agradecimiento, algo cambia y se convierte en figura aquello que es agradable para nosotros en lugar de centrarnos en lo que nos falta o en lo que nos gustaría que fuese, pero no es. Y no me refiero a negar o esconder lo que no nos gusta o nos entristece, sino a ampliar la mirada, centrándonos en lo que nos hace bien, aquello de lo que sí disfrutamos. Por poner un ejemplo sencillo, podríamos estar hablando del momento en que los niños ven y desenvuelven los regalos el día de Navidad. Vaya como vaya el encuentro familiar, y por más discusiones que haya, este momento es mágico si nos podemos centrar en él y soltar el resto, sólo por un rato.
Este ejercicio de mirar con agradecimiento es muy valioso también de cara a año nuevo. ¿Qué mejor manera de acabar el año que agradeciendo todo aquello que nos ha aportado? Esta semana hice el repaso del 2018 con el enfoque puesto en el agradecimiento y contacté con momentos y experiencias que ni recordaba, también con situaciones que me parecieron complicadas y que, pasado el tiempo, puedo ver cuanto me han aportado. En general contacté con muchos más momentos positivos y agradables de los que pensaba. Y sólo es cuestión de tener una actitud amable y dedicarle un tiempo a este repaso, dejando que vayan apareciendo pequeños recuerdos, más allá de lo que tenemos presente ya de entrada.
Otro momento que para mí es importante estos días de fiestas es aquel en el que recordamos a los seres queridos que ya no están y a los que echamos de menos. Es una forma de honrarles, de hacerles presente y de compartir nuestros recuerdos sobre ellos haciendo que formen parte de la fiesta a través de nuestras experiencias y anécdotas. Es muy valioso que sigan formando parte de las celebraciones familiares aunque físicamente ya no estén con nosotros, ya que su recuerdo, sus maneras, sus manías y sus virtudes siguen estando bien presentes a través de los que seguimos celebrando estas fiestas y la vida misma.
Para finalizar me gustaría remarcar que, como bien sabemos, no podemos cambiar a los demás, pero si podemos cambiar nosotros, nuestra mirada, nuestro posicionamiento y actitud para intentar que, estos días de reuniones familiares y celebraciones, podamos estar más en contacto con lo que tenemos y valoramos que con lo que nos falta o no nos gusta.
¡¡¡Felices fiestas y muy buen año a todos…construido desde vuestra propia mirada!!!
Miriam Sans