Los ciclos en la mujer

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Escribo este post durante mis vacaciones, momento en el que acostumbramos a tener más tiempo y podemos estar más conectadas con cómo nos sentimos. Inicio así este escrito porque lo quiero dedicar a explicar las cuatro fases por las que pasa una mujer cada mes durante la menstruación y porque, al tener más espacio, podemos aprovechar para dejarnos sentir nuestro cuerpo, emociones y energía. Habitualmente, dado el ritmo que llevamos, nos cuesta encontrar un tiempo para sentir cómo estamos realmente y qué necesitamos. Además, en muchas familias se transmite que no debemos dejarnos influenciar por el hecho de tener la menstruación, que es algo molesto que debemos asumir sin prestarle atención. De alguna forma, hacer ver que no nos pasa nada. Pero lo cierto es que sí nos influye y tener en cuenta en qué momento estamos y respetarlo es sinónimo de cuidarnos. Hacer ver que nada sucede es una manera de negar la realidad y de forzarnos a sentirnos de una manera determinada o a tener una energía que no tenemos. Tal y como yo lo siento, es una falta de respeto y de atención hacia nosotras. Si, en cambio, estamos conectadas con nuestro cuerpo y nuestra energía, podemos aprovechar las posibilidades que nos ofrece cada una de las fases y la menstruación se convierte en un regalo.

Desde la Gestalt siempre invitamos a poner conciencia en el momento presente, darnos cuenta de lo que nos pasa, de qué necesitamos y tratar de dárnoslo, en la medida de lo posible. Así que, a continuación, expondré un breve resumen de cada una de las fases y sus características, con el objetivo de que podamos tenerlas presentes, ver cómo es en nosotras y aprovechar los dones o las facilidades que nos aporta cada una de ellas.

El ciclo menstrual, que tiene una duración de 28 días aproximadamente, está relacionado con el ciclo de la luna, que es también de 28 días. La duración del ciclo es algo diferente en cada una de nosotras. Yo hablo de 28 días aproximados porque es la media, pero cada una lo puede adaptar a su ciclo, por supuesto. Las mujeres que ya no tienen el periodo, pueden guiarse por el ciclo lunar, que es el que les afectará en este caso.

La fase menstrual va del día 1 al día 7 del ciclo, está asociada a la luna nueva y corresponde al arquetipo de la anciana. Es un momento en el que nos conviene ir hacia adentro, descansar y escucharnos. Es una etapa que requiere una baja actividad en general, incluso pocas relaciones sociales. Estamos muy receptivas y lo más adecuado es estar en nosotras. En la antigüedad, las mujeres se retiraban de su tribu cuando estaban en esta etapa y no como una forma de castigo o rechazo, sino para poder estar conectadas con ellas y aprovechar la apertura e intuición que tenemos en esta fase. También es un momento de limpieza de todo lo acumulado a lo largo del mes, podemos aprovechar para poner la intención en vaciarnos de emociones que hemos vivido como puede ser alguna pelea, disgusto, miedo, etc… Es el momento de descansar, recargar energía y renovarnos. Aquí estamos conectadas con la energía femenina o yin que es la emocional, receptiva, cooperativa, intuitiva, sensible y cíclica.

La fase preovulatoria va del día 8 al día 14 del ciclo, está asociada a la luna creciente y corresponde al arquetipo de la doncella. Después de haber estado retiradas y en contacto con nosotras, tras habernos limpiado y recargado de energía, supone algo así como un florecimiento. Es momento de comenzar a pasar a la acción. Empezamos a dar forma a los proyectos que hemos gestado durante el retiro. Nos es fácil organizar, planificar y estructurar. Estamos en la acción, en la productividad, pasamos a concretar lo que tenemos en la mente. Aquí estamos conectadas con la energía masculina o yang que es la mental, de acción, competitiva, lógica, fuerte y lineal.

La fase ovulatoria va del día 15 al día 21 del ciclo, está asociada a la luna llena y corresponde al arquetipo de la madre. Tras haber concretado, en la fase preovulatoria, lo que hemos gestado en la fase menstrual, llega el momento de sacarlo a fuera, de exponerlo, compartirlo. Estamos conectadas con la creación, la comunicación y el empuje. Es también el momento en el que nos sentimos más disponibles para cuidar al otro. Si hemos estado conectadas con las dos fases anteriores, ahora tenemos la energía para poder dar. Del mismo modo que la primera fase está relacionada con ir hacia dentro, con la introspección, esta está relacionada con ir hacia fuera, con el otro. Es la mejor energía para los lanzamientos, para pedir opiniones y también para expresarnos. Estamos en el mundo exterior. Obviamente, seguimos conectadas con la energía masculina o yang (mental, acción, competitiva, lógica, fuerte y lineal).

La fase premenstrual va del día 22 al día 28 del ciclo, está asociada a la luna menguante y corresponde al arquetipo de la chamana. Una de las definiciones de chamán es: “persona herida que aprende a curarse a sí misma y, al aprender a recuperar su salud, adquiere la capacidad de curar a otros”. En esta fase volvemos a ir hacia adentro. Aquello que hemos gestado, estructurado y expuesto en las tres fases anteriores, puede ahora ser valorado por nosotras. Es el momento de evaluar, escuchar y sentir lo que hemos aportado al mundo. Esto lo hacemos de nuevo en conexión con nosotras mismas ya que en esta etapa estamos especialmente conectadas con nuestra intuición y estamos en la energía femenina o yin (emocional, receptiva, cooperativa, intuitiva, sensible y cíclica).

Estas son, a grandes rasgos, las cualidades con las que estamos conectadas en cada una de las fases. Es muy beneficioso para nosotras y nos ahorra mucha energía el poder aprovecharlas en lugar de ignorarlas o forzarnos a estar de una manera que no es sintónica con nosotras por el momento del ciclo en el que nos encontramos. Tenerlo en cuenta es algo así como remar a nuestro favor en lugar de negarnos a fluir con nuestra naturaleza cíclica.

Espero que os sirva de guía y que, junto con vuestra escucha corporal y energética, os ayude a aprovechar las facilidades que cada etapa nos ofrece. ¡Feliz ciclo!

                                                                                                                                                                                                                                         Miriam Sans

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